jueves, 27 de octubre de 2011

Me encanta tu sonrisa, la adoro. Adoro tus abrazos, tus besos y tus chistes malos. Me encanta que me hagas reír, que me busques mis cosquillas aunque no tengas suerte. Me gusta cuando me miras y cuando sonríes sin ninguna razón porque te devuelvo mi sonrisa, esa que te vuelve loco. Me encanta que cuando hables, aunque el tema no vaya conmigo, que no pares de mirarme ni un sólo segundo. Adoro que me hagas sorpresas y bromas, esas tan peculiares en ti, y que cuando me enfade por tonterías, vengas a los cinco minutos y resuelvas todo. Me encanta que me digas que te cuente algo, porque sabes que lo odio. Adoro tu forma de hablar, tus gestos y tu aroma. Me encanta estar contigo porque se me olvida todo. Adoro que me llames por teléfono y que me digas que sólo es para escuchar mi voz.
Supongo que en realidad, no adoro todo eso. Me gusta solamente porque lo haces tú, porque es a ti a quien quiero más que a nada.



Quiero aprender a quererte porque te quiero...


Quiero aprender a quererte cuando olvidas, quererte cuando llegas de un largo viaje, quererte para quererte después, quererte para olvidar que te quiero, quererte luego y volver a caminar.

 Quererte por las noches tibias pero aún más en las frías y oscuras, quererte para que me abraces y quererte para que me alejes de ti, quererte para no contar el tiempo que nos queda ni el tiempo que se ha ido, quererte una vez más para que no olvides que te quise,para yo no olvidar que te quiero.



 
 Quererte entonces pensando que podría para ser para siempre, quererte un poquito, lo suficiente para que no me ahogue, quererte si me buscas, quererte cuando me pierdes, quererte para alimentar mi corazón, quererte para volver a soñar y aún quererte cuando despierte.


Quererte entera o no quererte, quererte si gritas, si olvidas nombrar, quererte cuando llenas tus labios de silencio, cuando el hielo escarcha tu frágil cabellera y volver a quererte cuando no queden palabras para hacerlo.
Quererte para inventar que te quiero.










jueves, 20 de octubre de 2011

Te quiero

Te quiero
cuando te provoco en público y me miras como diciendo: me las pagarás.
Te quiero
cuando estamos en público y me coges de la mano porque me gusta tocarte.
Te quiero
porque cuando estoy triste sabes cómo hacerme feliz.
Te quiero
porque siento que tú, junto a mí, los dos, formamos el ser andrógino de Parménides.
Te quiero
porque tú, mejor que nadie, sabes cómo me siento sin necesidad de palabras.
Te quiero
cuando me pones esas cancioncillas que sólo tú conoces y que son tan tontas.
Te quiero
cuando me dices: dormir 3 horas por la tarde no es dormir, es quedarse inconsciente.
Te quiero
cuando leo lo que escribes porque así siento que te conozco mejor.
Te quiero
cuando me tientas a ver esas seriecillas anime tan frikis.
Te quiero
aún cuando te vicias a esos juegos tan tontos de tuenti, facebook o minijuegos.
Te quiero
porque no me hace falta ningún motivo, ninguna razón.
Te quiero
con tus virtudes, con tus defectos, y con todas tus excentridades.
Te quiero
porque para mí querer no significa creer que la otra persona es perfecta, no tiene defectos, sino conocer todos esos defectos y aceptarlos, amarlos.
Y es que, simplemente, te quiero.